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La Columna Bolívar, el primer monumento del mundo al Libertador

La Columna de Bolívar, el primer monumento del mundo en honor al Libertador. Foto Samuel Leonardo Hurtado Camargo.

Nombre: La Columna Bolívar, La Columna.

Año: 1842.

Tipo de patrimonio cultural: Tangible/mueble. Monumento en espacio público.

Administrador custodio o responsable: alcaldía del municipio Libertador y Corporación Merideña de Turismo (Cormetur).

Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas

Historia

Considerada como el primer monumento a Bolívar en el mundo, la Columna Bolívar fue inaugurada el 17 de diciembre de 1842 para conmemorar el traslado de los restos del Libertador Simón Bolívar desde Santa Marta (Colombia) hasta Caracas. La misma fue erigida en el sitio o plazuela de Mucujún de la ciudad de Mérida. La obra se compone de una columna de once metros de altura coronada en su capitel por el busto de bronce del héroe sudamericano. Desde entonces, se ha convertido en uno de los iconos del bolivarianismo merideño y referente de la urbe andina.

Actos conmemorativos de los 228 años del natalicio del Libertador Simón Bolívar, en la Columna Bolívar, Mérida. Venezuela. Foto: Consejo Comunal “La Columna”.

En concordancia con el decreto del Ejecutivo nacional de fecha 30 de abril de 1842, relativo a la celebración de las exequias al Libertador Simón Bolívar, el gobernador de la provincia de Mérida, Gabriel Picón González, ordenó la conformación de una junta cuyo objetivo era la formulación del programa que iba a regir los actos concernientes a la celebración en Mérida del traslado de los restos del Libertador a la ciudad de Caracas. Según el referido programa, fechado el 25 de julio de 1842, se tenía previsto levantar en la ciudad andina un monumento sencillo, constituido de una columna coronada en el capitel por una estatua de la Fama con todos sus atributos que permitiera eternizar el recuerdo de la gratitud de los merideños hacia su Libertador y la memoria de aquel héroe.

La obra proyectada se corresponde con la corriente neoclásica y de antecedentes napoleónicos de levantar monumentos siguiendo el ejemplo de la columna Trajana de Roma. En esta la columna trasciende su función de soporte para convertirse en objeto de contemplación y signo monumental del triunfo militar, dominado por la efigie del vencedor. En gran parte, el modelo formulado en el decreto oficial se asemeja a la propuesta realizada por el coronel Francisco Avendaño, quien el 11 de mayo de 1825 presentó ante el intendente del departamento de Venezuela, general Juan de Escalona, un proyecto de columna para ser erigido en el Campo de Carabobo. El mismo consistía en una esbelta columna de orden jónico, de fuste liso con inscripciones en letras romanas alusivas a Simón Bolívar vencedor.

El monumento, diseñado por el arquitecto y prócer de la Independencia Juan Pablo Ibarra, y construido por el alarife Domingo Manrique, consistió en una columna de mampostería de fuste liso. A esta se le grabó en su parte central y con letras en color rojo la inscripción: A Bolívar. Se levantó en el sitio conocido con el nombre de Plazuela de Mucujún, ubicado en la parte noreste de la ciudad serrana, lugar por donde llegaban y salían las distintas personas y mercancías que procedían del Páramo, Barinas, Trujillo y Maracaibo.

La Columna Bolívar en el paisaje serrano. Foto: Samuel Hurtado C.

La inauguración se efectuó según lo previsto, el 17 de diciembre de 1842, siguiendo los actos estipulados en el programa oficial. Este contemplaba, entre otros aspectos, la realización, a las cinco y media de la mañana, de plegarias en todos los templos de la ciudad, un tedeum en la catedral y, el desfile cívico respectivo hasta las cercanías del monumento. En la ocasión, Gabriel Picón González, gobernador de la provincia andina, pronunció el discurso de orden, quien al referirse a la trascendencia de dicho acontecimiento, señaló que el 17 de diciembre era una “día verdaderamente grande y digno” de conservarse en los anales de la historia, porque no solo era la fecha en que había dejado de existir el Padre de la Patria, sino también porque “Venezuela toda” le tributaba “…los honores debidos a la fama del Libertador de Sudamérica”

A pesar de los actos señalados, los trabajos no lograron concretarse completamente para la fecha de la inauguración. De esta manera, el 29 de abril de 1856, el jefe político del cantón, Domingo Trejo, suscribió con el maestro albañil Domingo Manrique un contrato en el que se estipulaba la conclusión de la columna y la refacción del área que comprendía una portada de mampostería firme y sólida, construcción de cuatro obeliscos y nivelación de la superficie.

Busto del Libertador sobre el capitel de La Columna Bolívar, colocado en 1901. Foto: Samuel Hurtado C.

Fue en 1883, año del centenario del natalicio del Libertador, cuando por disposición del cabildo emeritense se coloca en el capitel de La Columna el primer busto del Padre de la Patria, realizado por los señores Gabriel Parra Picón, Vicente Rubio y Juan de Dios Picón Grillet. Era un busto elaborado en arcilla quemada y revestido con pintura blanca, simulando el mármol, el cual por sus características no resistió la inclemencia del tiempo.

Desde 1856 hasta entrado el siglo XX, el monumento pasa por constantes intervenciones y transformaciones, motivadas en gran medida por su estado de abandono y deterioro. Aunque en 1856 fue culminada la columna, las obras de enladrillado del recinto y colocación del portón que debían levantarse en su entrada no fueron realizadas para ese entonces. Así permanecerá durante largo tiempo, hasta que entre 1882 y 1883, en vísperas del centenario del natalicio del Libertador, se emprendieron algunos trabajos organizados por la Sociedad Bolívar. Este incluyó el restablecimiento de la muralla ubicada a lado de la barranca del Mucujún, la cual se encontraba completamente destruida producto del trazo de la carretera que se había pretendido construir en años anteriores. Así, bajo la dirección del maestro albañil Carlos Guerra, se levantó la portada principal. Labor en la que no solo fue indispensable el aporte económico del gobierno regional, sino que también hubo la necesidad de crear una estampilla especial llamada Estrella de Centenario y la denominada Lotería Patriótica, cuyos recaudos fueron empleados para costear los gastos ocasionados.

Posteriormente, el 15 de diciembre de 1889, se inauguraron los trabajos de reparación y embellecimiento de La Columna, que habían sido ordenados por disposición del entonces presidente del estado Los Andes, doctor Carlos Rangel Garbiras. Para ello se contrataron a los señores Atilio R. Sardi y al coronel Braulio Rangel, quienes grabaron en lápidas de mármol una serie de inscripciones alusivas al monumento. Una década después, el 16 de octubre de 1899, por decreto del presidente provisional del estado Mérida, general Esteban Chalbaud Cardona, es ordenada la reparación y ampliación de La Columna. La misma comprendió, en términos generales, la refacción, estriado del fuste y pintura de La Columna Bolívar, y la colocación de un busto de bronce que había sido elaborado en Italia, siguiendo el modelo de Bolívar diseñado por Adamo Tenerani y que fue traído a la ciudad de Mérida en el año de 1897 durante la gestión del gobernador Atilano Vizcarrondo.

Monumento La Columna Bolívar, circa 1910. Este se había reinaugurado en 1901. Foto: autor anónimo. Digitalización Samuel L. Hurtado Camargo.

Las referidas reparaciones fueron realizadas por el ciudadano Eulogio Iriarte. Su reinauguración se efectuó el primero de enero de 1901 como parte de los actos proyectados en Mérida para celebrar el advenimiento del siglo XX. Al respecto, se realizó un desfile cívico a las doce del mediodía, que partió desde la plaza Bolívar, conduciendo los retratos de León XII, del Libertador y del general Cipriano Castro, por la calle Bolívar hacia La Columna. La bendición del monumento la hizo el obispo de entonces, la declaratoria de reinauguración por parte del presidente del estado y, el discurso de orden a cargo del escritor merideño doctor Pedro María Parra.

Para la conmemoración del centenario de la muerte del Libertador, el presidente del estado Mérida, general José Rafael Dávila, ordenó el embellecimiento del sitio donde se levantaba La Columna. Efectivamente, el 18 de diciembre de 1930, el recinto donde se erigió el monumento ostentaba un enverjado de hierro y la colonia italiana residente en Mérida obsequió una lápida de mármol alusiva al evento.

Enverjado de La Columna Bolívar en 1930. Foto: Marcos León Mariño. Digitalización: Samuel Leonardo Hurtado Camargo.

Tiempo después, en el año de 1942, en el marco de la conmemoración de los centenarios de La Columna Bolívar y del traslado a Caracas de los restos del Libertador, mediante decreto oficial emitido en la ciudad de Mérida el 28 de julio de 1942, es ordenada y ejecutada una de las más importantes intervenciones al monumento. Realizada por el escultor colombiano Marcos León Mariño, en la misma que se pintó y adornó el fuste con una rama de laurel, se modificó el pedestal de un formato de pirámide truncada a rectangular y en sus cuatro caras, reconstruidas en granito, se reemplazaron las placas de mármol por placas de bronce. Por su parte, el enverjado y pórtico de hierro que databa de 1930 fue sustituido por una balaustrada de granito y se levantaron dos obeliscos en los que se exhibían dos medallones de bronce con los rostros de Cristóbal de Mendoza y Gabriel Picón González. De esta manera, y sin mayores cambios significativos, permanecerá La Columna Bolívar hasta hoy día.

Descripción

Se accede al monumento a través de un pórtico ubicado en la calle 13 Colón, constituido por dos pilares de granito artificial, en cuyos laterales están exhibidos dos medallones en bronce que rinden tributo a la memoria de Cristóbal Mendoza (izquierda) y Gabriel Picón González (derecha). En el fondo se halla La Columna Bolívar, estructura conmemorativa de mampostería de once metros de altura, compuesta de piedra y argamasa, rematada en su punta. Presenta un fuste cilíndrico de una sola pieza segmentada en cinco partes separadas entre sí por dos listeles o filetes divididos a su vez por una pequeña acanaladura horizontal. En dichas secciones se aprecian trece estrías verticales separadas por superficies planas. El fuste fue exornado con una rama de laurel hecha en bronce la cual se extendía en forma ascendente (1942), de la que solo queda una pequeña evidencia en la parte superior. Sobre el capitel de orden toscano se levanta una base en forma de pirámide truncada en la que se erige el busto de bronce del Libertador Simón Bolívar colocado en 1901.

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La basa de la columna se compone de un toro y un listel, la cual descansa en un pedestal de forma rectangular que finaliza en una superficie trapezoidal, realizados en granito artificial. En las tres caras laterales se hallan adosadas tres placas de bronce de formato rectangular horizontal que representan en altorrelieves las escenas de la entrada de Bolívar a Mérida en mayo de 1813 (lateral izquierdo) y el traslado de los restos de Libertador a la ciudad de Caracas en 1842 (lateral derecho). En la cara posterior se halla la inscripción: “EL GOBIERNO DE LA PROVINCIA / DE MÉRIDA ERIGIÓ ESTE MONUMENTO / EN 1842. Y EL ESTADO LOS ANDES / LO RECONSTRUYÓ EN 1889 / EL GOBIERNO DE MERIDA, / EN 1901, PRESIDIDO POR EL GRAL. / ESTEBAN CHALBAUD CARDONA, RE-/ CONSTRUYE EL MNTO. POR SEGUNDA / VEZ Y ERIGE EL BUSTO EN BRONCE”. En la cara frontal, una placa de bronce en formato rectangular vertical con una inscripción alusiva a la conmemoración del bicentenario de la Campaña Admirable y la entrada triunfal de Bolívar a Mérida, develada el 23 de mayo de 2013.

En la parte frontal de la superficie trapezoidal, que mira hacia el pórtico, una placa de bronce indica el lugar donde fue depositado un cofre contentivo de la tierra del Monte Sacro, la cual fue traída a Mérida en mayo de 1975 desde Roma por el académico Joaquín Díaz González y depositada allí en agosto de ese año. La placa fue instalada el 17 de diciembre de 1980 como parte de los actos de la conmemoración del sesquicentenario de la muerte del Libertador.

Valores patrimoniales

Situada al borde de la meseta de Tatuy, La Columna Bolívar se erige en un espacio abierto, sin marcas de la historia, pero se localiza de manera estratégica en un lugar de frecuente movilización, garantizándose su fin principal: ser contemplada constantemente y ser objeto de ceremonias cívicas y militares. Esto ha contribuido a su configuración como uno de símbolos de los hitos históricos de la gesta de la emancipación y en un referente espacial en el ámbito urbano merideño. A pesar de las transformaciones suscitadas en la urbe, La Columna Bolívar se mantiene en su sitio original, constituyendo uno de los monumentos más antiguos existentes en el país dedicado a la memoria del Libertador Simón Bolívar, llegando a considerarse por la colectividad merideña como el primero en el mundo dedicado a Bolívar levantado en un espacio público. Además, el lugar donde está emplazada es un mirador donde puede admirarse la Sierra Nevada y los valles de los ríos Mucujún y el Chama.

Por su valor histórico y cultural, La Columna Bolívar fue declarada Patrimonio Histórico Estadal según decreto del Ejecutivo regional, de fecha 17 de diciembre de 1997 y publicado en la Gaceta Oficial del estado Mérida del 15 de enero de 1998. Asimismo, mediante decreto del Cabildo merideño del 7 de julio de 2004, publicado en la Gaceta Municipal al día siguiente, el monumento fue declarado Patrimonio Histórico Cultural del municipio Libertador.

Situación actual

El estado de conservación del monumento es bajo. El busto de bronce de Simón Bolívar, erigido en el capitel de la columna en 1901, presenta un color verde característico del proceso de oxidación ocasionado por factores físicoambientales. Se observa desprendimiento de la capa pictórica del fuste y gran parte de la rama de laurel que lo rodeaba ha desaparecido, conservándose una pequeña evidencia en la parte superior. Las placas de bronce adosadas en el pedestal y en la superficie inferior exhiben fracturas, manchas de pintura y desprendimiento de algunas de sus partes producto de actos vandálicos.

La placa frontal que había sido sustraída para mediados de octubre de 2006 fue reemplazada en 2013 por una que no se corresponde con el formato original, lo que permite apreciar el espacio que ocupaba la placa anterior. Por otra parte, los árboles de pino localizados en el lateral derecho de la plazuela han sido talados en su totalidad. Aunque el césped se encuentra en buenas condiciones, la jardinería ha sido modificada constantemente.

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Ubicación

Parque La Columna. Calle 13 Colón, entre las avenidas 5 Zerpa y 4 Bolívar, frente al 221 Batallón de Infantería “G/J Justo Briceño”. Sector Milla, parroquia Milla, municipio Libertador, estado Mérida, Venezuela.

Fuentes consultadas

Archivo General del estado Mérida (AGEM). Fondo Gobernación del Estado. Serie Gaceta Oficial del Estado Mérida. Años: 1900 – 2007. Serie Memoria y Cuenta. Años: 1949-1965.

Biblioteca Nacional de Venezuela-Biblioteca Febres Cordero. Sección Hemerográfica, siglos XIX-XX. Sección Manuscritos: Documentos Históricos.

Castañón de la Peña, José Manuel y Noguera Mora, Neptalí. El libro de Mérida. Editorial Arte, Caracas, 1964; 400 pp.

Chalbaud Zerpa, Irlanda. Un siglo de estatuaria conmemorativa pública en la ciudad de Mérida. Universidad Central de Venezuela (Trabajo de maestría), Caracas, 2001, 180 pp.

Febres Cordero, Tulio. Antología bolivariana. Concejo Municipal del distrito Libertador, Mérida, 1983, 158 pp.

Hurtado Camargo, Samuel Leonardo. La estatuaria pública conmemorativa de la ciudad de Mérida (1842-2006): análisis histórico. Universidad de Los Andes, Escuela de Historia (Memoria de Grado), junio 2007, 500 pp.

Hurtado Camargo, Samuel. Entre el bronce y la vida: los héroes de la Independencia en la estatuaria pública conmemorativa de la ciudad de Mérida (1842-1915), en Revista Kaypunku n° 1, pp. 31 – 73, Perú, junio 2015. https://goo.gl/E9rxUZ. Consultado el 6 abril de 2017.

Picón Parra, Roberto (compilador). Discursos leídos el 23 de junio de 1975 con motivo del traslado de los restos de Don Gabriel Picón González desde la S. I. Catedral Metropolitana de Mérida al Panteón Nacional. Talleres Tipográficos de Miguel Ángel García e Hijos, Caracas, 1974; 126 pp.

Investigación: Samuel Leonardo Hurtado Camargo.

 

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