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La plaza Bolívar, un antro en Valera

La desidia gubernativa, la suciedad, la indigencia y hasta la prostitución deshonran al Libertador en su plaza de Valera, estado Trujillo.

Ailyn Hidalgo. 18/7/2017.

La peor imagen de Bolívar se la llevan quienes visitan su plaza en el municipio Valera del estado Trujillo, anclado en los Andes venezolanos. Si quiere probarlo, lo recibirá de entrada la mugre adherida a sus escaleras, caminerías y mobiliario; lo esperará la basura en cada rincón; se topará con indigentes durmiendo en sus bancos o abatidos por aguardiente barato; lo asqueará la sopa de agua podrida en lo que alguna vez fueron 4 fuentes cristalinas; caminará sobre el granito roto por el agua sin desagüe, en un paisaje endurecido por toscos ladrillos picados donde antes había verde grama, plantas y flores; respirará una espesa “sensación de inseguridad” ante tanto cable eléctrico desmantelado; y, si observa bien, verá cómo hasta la prostitución ofrece a toda hora sus servicios en un espacio que tendría que honrar al Libertador Simón Bolívar.

Breve crónica de miseria y lujuria

En la parte baja de la plaza siete prostitutas se sientan a diario en las bancas y barandas que rodean el monumento al Libertador para vender placer. Al contrario de ciudades como Maracaibo y Valencia, donde lucen pañuelos o llaveros para indicar que están al servicio del sexo masculino, ellas solo esperan que se corra la voz entre sus clientes asiduos.

Aunque la mayoría declinó declarar sobre su oficio en la plaza Bolívar, una de ellas relata su historia bajo el seudónimo de “La Guajira”, no sin antes pedir que nos pongamos en “los zapatos ajenos”: “Tengo casi 6 años aquí, en esto. Vivo en un hotel del centro y tengo que esforzarme para pagar lo que me cobran a diario. Cuando estoy aburrida, llego a la plaza a las 9 de la mañana y soy la última en retirarme, a eso de las 7 u 8 de la noche. Mis compañeras llegan a eso del mediodía y trabajan hasta las 6 de la tarde. Hay papás que nos traen a los muchachitos para que uno les enseñe, parameños más que todo. A mí me gustan son los hombres mayores que han llevado mecha igual que uno.

No tengo lugar fijo para el acto (sexual). A veces en hoteles, otras por ahí mismo. Cobro tres mil bolívares. ¿Trabajar en un comercio? No, no me da la base. Hace poco me puse a trabajar en una casa de familia y nada que me pagaban. Casi que ahorco a la dueña de la casa. Aquí al que por menos me lanzo es por dos mil, pa´ no pasar el mal día. Esto está bravo.

Trato de disfrutar las relaciones, no soy RoboCop. Cuando empecé sí me trataban como a una basura, pero después de arrear cachetadas me gané el respeto. De vez en cuando me dan ataques de epilepsia, tengo problemas en la vista (que se le notan) y me salió un tumor en la cabeza por un golpe cuando me caí por un tiro que me dieron en la pierna, toque pa´que vea. No soy pendeja, me crié en la calle. A los 10 años fui vendida por mi abuelo a la familia del hombre que es el padre de mis primeros 5 hijos. Es que vengo del Zulia, de una tribu. El papá que me compró pa´l hijo quiso ponerme de cachifa (criada), y yo no me dejé. Después tuve una pareja, el papá del menor. Cuando se cayó mi casa, ese me dejó. Vivíamos en San Antonio (La Floresta, municipio Valera).

Ya tengo clientes fijos que llegan hasta la plaza y otros llaman por teléfono. Aquí también se consigue gente buena, que comprende. Ahora el alcalde nos quiere sacar de la plaza, y no estoy aquí porque tengo ganas. A ese no se le ve la cara, y al gobernador tampoco. Viven en Caracas y uno lleva que lleva carpetas y carpetas pa´ que lo ayuden con una casa y nada. Lo que me da es rabia. Cuando Dios me mande mi casita me pongo a vender aunque sea empanadas. Si eso pasa, téngalo por seguro que a esta plaza Bolívar yo no vuelvo”.

«Hasta las palomas se fueron»

Lo que tampoco pretende volver es la grata imagen de la antigua plaza, cuando era un espacio limpio, bonito y acogedor. Una estampa guardada en el recuerdo de los mayores, pero vedada a los niños, jóvenes y visitantes de hoy, que ya se acostumbraron a que la plaza Bolívar de Valera “es así, fea”.

“17 años atrás la plaza Bolívar era un espacio para ver a los animales; perezas, ardillas, palomas e iguanas”, cuenta Catherin Araujo, habitante del municipio. Relata que la plaza era el sitio predilecto de los niños que cursaban el catecismo. Al terminar las clases corrían para ir a “echarles cotufas a las palomas en espera de que volaran en bandada hasta el suelo y los rodearan. Ahora, como las fuentes ni agua tienen, hasta las palomas se fueron”.

La pintaron de rojo, pero no repararon la fuente de la plaza Bolívar de Valera. Activo patrimonial en riesgo. Venezuela.

Donde antes bebían las palomas. Una de las 4 fuentes de la plaza Bolívar de Valera, estado Trujillo. Foto Ailyn Hidalgo, julio 2017.

Las pocas palomas que quedan, dice, “están muy sucias, ya ni a los niños ni a los adultos les gusta que se les acerquen”. Algunos que trabajan en las tiendas que rodean la plaza aseguran que ya solo hay dos perezas. La mayoría murió electrocutada porque “se pasaban de los árboles -sin podar- directo a los postes de electricidad”.

Solo un cartel queda de la variada fauna de la plaza Bolívar de Valera. Activo patrimonial en riesgo. Venezuela.

Solo un cartel queda de la fauna de la plaza Bolívar de Valera. Foto Ailyn Hidalgo.

Las ardillas e iguanas casi han desaparecido por falta de personal para su cuidado. La poca comida que reciben al pie de los árboles se las dejan los verduleros del sector o la gente que visita la plaza, “pero la situación está tan difícil, que a veces solo les llevan tomates y lechuga a punto de vencer”, dice Alfredo Pérez, mientras se fuma un cigarrillo en una de las bancas. “Eso de ‘No maltrates a los animales’ quedó en el puro cartel”.

«Mala fe» sobre la plaza

Grafiti vandálico en el pedestal de la estatua pedestre de Simón Bolívar, en su plaza homónima de Valera. Bien cultural venezolano en riesgo. Alerta cultural.

Grafiti en el pedestal de la estatua de Simón Bolívar, en su plaza homónima de Valera. Foto Ailyn Hidalgo, julio 2017.

Los fanáticos del grafiti también hacen de las suyas. En una competencia entre tribus urbanas, uno de los grupos pintó su firma en el pedestal de la estatua pedestre de Bolívar, quien tiene su espada hacia abajo, como derrotado. El deslucido monumento de mármol, quebrado en varias partes, está arropado por capas de suciedad y restos de ofrendas florales.

Un precario estado general que lleva la mirada a la alcaldía de Valera, ente responsable del cuidado de este sitio público. Su titular, José Karkom, afirma que en sus más de tres años de gestión lo han restaurado varias veces, pero “vándalos se llevan las conexiones de electricidad y la gente agarra los espacios de baño público, no cuidan y al rato la plaza se vuelve a ver mal”.

Continuos desvalijamientos del cableado eléctrico en la plaza Bolívar de Valera. Alerta patrimonial Venezuela.

Continuos desvalijamientos del cableado eléctrico en la plaza Bolívar de Valera. Foto Ailyn Hidalgo, julio 2017.

Iglesia San Juan Bautista, frente a la plaza Bolívar de Valera. Venezuela SosPatrimonio

«Mala fe», dice el párroco de la iglesia San Juan Bautista, sobre el deterioro de la plaza Bolívar de Valera. Foto Ailyn Hidalgo, julio 2017.

“Parece un comportamiento de mala fe”, supone el párroco Walkelys Araujo, quien tutela la iglesia San Juan Bautista, ubicada frente a este patrimonio urbano. Serenamente expone que cada tres meses hacen jornadas de mantenimiento, o “cuando viene una fecha especial”.

Ante el estado de la plaza mayor de Valera, el director general de la alcaldía, Gustavo Terán, expone que apenas el 15 de junio del 2017 decidieron contratar a una señora para que se encargara de barrer el sitio, pero como trabajadora eventual; mientras que los empleados de mantenimiento y ornato de la municipalidad “deben responder a las necesidades de toda la ciudad”. No hay, ni habrá por los momentos, un jardinero asignado para restablecer el verdor del lugar.

“Por el ahogo presupuestario, hemos intercambiado ideas con la sociedad civil para salvar la plaza. Queremos abrir canales para buscar recursos económicos». Gustavo Terán, Director general de la alcaldía de Valera.

“Hemos intercambiado ideas para salvar la plaza”, anima Terán, “queremos abrir canales para buscar recursos económicos. Por ejemplo, con la colonia italiana que nos quiere apoyar. Hay que recordar que no llegan recursos desde hace meses y lo que tenemos es para pagar nómina. Apenas solventamos con la recaudación de impuestos”, justifica el director.

La luz de las retretas

Entre las sombras de este activo patrimonial de Valera surgen destellos de recuperación. El director de cultura de Valera, Carlos Rivas, quien el próximo diciembre cumplirá 4 años en el cargo, logró reactivar, contra todo pronóstico, la retreta que había desaparecido durante la gestión municipal de Temístocles Cabezas, quien fuera el alcalde de Valera hasta diciembre de 2013.

“Le pusimos Banda Municipal Bolívar y se presenta todos los viernes a las 4 de la tarde. La conforman 20 personas”, detalla el director, quien considera que lo más perentorio es el alumbrado público: “Se llevan los cables, lámparas, todo se lo roban. En la plaza había unos cuartos tipo sótano donde estaban los trasformadores; este año los sellaron con concreto porque esos espacios estaban convertidos en baños públicos”, resiente.

Rivas cree que todo cambió hace 20 años. “La inseguridad acabó con los eventos nocturnos, ya no se dan las famosas serenatas al patrono de Valera (San Juan Bautista), ni los pregones navideños, ni los bailes, ni cantos o presentaciones de grupos culturales. Los tiempos de oro de la plaza fueron los 90”, lamenta. “Hoy día ni el pesebre se pudo armar, pues hace dos años hurtaron las imágenes de los santos y se llevaron hasta el encendido navideño”.

«La inseguridad acabó con los eventos nocturnos, se acabaron las famosas serenatas al patrono de Valera, San Juan Bautista». Carlos Rivas, director de cultura de Valera.

Agrega Rivas que el anuncio de wifi para todas las plazas Bolívar de Venezuela “solo duró en Valera unos meses luego de su anuncio nacional en mayo del 2014. Ahora no llega señal alguna”.

– Ni falta que hace, desenfunda un lugareño el sentido común: “¿quién se atreve hoy en día a usar su computadora o celular en la plaza?”.

 “La poceta de la ciudad”

Para quienes no conocieron la plaza Bolívar de Valera en sus mejores tiempos, pueden revisar el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004 – 2009, en el cual se reseña que este espacio público fue construido en 1954 por Luigi Pandini, está ubicado entre las avenidas 10 y 11 con calles 7 y 8 y se extiende por un área de 1 000 metros cuadrados.

La plaza Bolívar de Valera en mejores tiempos cuando fue catalogada por el Instituto del Patrimonio Cultural en 2005. Patrimonio cultural venezolano en riesgo.

La plaza Bolívar de Valera en mejores tiempos. Foto Instituto del Patrimonio Cultural, circa 2005.

El ente cultural inventariaba «áreas verdes con grama, árboles frutales, palmas y  jardines con diversidad de flores». Mientras que la fauna presente estaba conformada «… por ardillas, palomas, iguanas y perezas, resguardadas en un perímetro cerrado con rejas de un metro de altura”.

En el centro de la plaza el pedestal se mantiene en su mármol original, aunque fracturado en varias partes, pero antes tenía luminarias de hierro y una glorieta; y la estatua de Simón Bolívar es la misma desde los inicios: el Libertador en escala a su tamaño real realizado en bronce, solo que recubierto con heces de palomas.

Empleados remozan la plaza Bolívar de valera. Patrimonio cultural en riesgo. venezuela.

Empleados remozan la plaza Bolívar. Foto Juan Roa / Diario Los Andes, diciembre de 2016.

El 26 de diciembre del 2016 fue la última “gran limpieza” que realizó la alcaldía de Valera a la plaza Bolívar, en la cual participaron los empleados de la municipalidad. Dos meses después, el 7 de febrero de 2017, la gobernación del estado Trujillo pintó el cercado, las fuentes (dañadas), los bancos, los postes y hasta las papeleras de impactante rojo, barniz ideológico que endurecería un poco más el paisaje de la plaza.

Alerta patrimonio cultural de Venezuela.

El color rojo nada arregló. Se observa la «sopa» de agua podrida en la fuente de la plaza Bolívar de Valera. Foto Ailyn Hidalgo, julio 2017.

Como en todas las instancias oficiales conquistadas por la oposición, en esta ciudad andina fue designado un “protector de Valera”, Gilberto Hernández. Como presidente del Fondo Único de Desarrollo del Estado Trujillo (Fudet), Hernández dijo que le iban a hacer “un cariñito a la plaza”… entonces le pusieron rocas pintadas de blanco y restos de bloques de ladrillo picado en las zonas que el IPC había descrito en su catálogo de 2005 “con grama, árboles frutales, palmas y  jardines con diversidad de flores”. Ante el despropósito, los medios titulaban que la plaza era “la poceta de la ciudad”.

A julio de 2017 las condiciones de este espacio urbano no mejoran, pese a los heroicos esfuerzos de limpieza de la única dama designada –de manera eventual- para su cuidado.

El símbolo del Padre de la Patria seguirá, por ahora, bajo capas de heces de paloma, rodeado de indigentes, maleantes, basura y ladrillo picado. Y con la puntual compañía, en ese sitio creado para honrar su memoria, de la Guajira y sus seis compañeras que cada día se acercan  para ejercer desde allí el oficio más antiguo del mundo.

Monumento al Libertador Simón Bolívar en la plaza Bolívar de Valera. Activo patrimonial en riesgo. Venezuela.

Monumento al Libertador Simón Bolívar en la plaza Bolívar de Valera. Foto Ailyn Hidalgo, julio 2017.

Fuentes consultadas

Araujo, Catherin. Habitante del municipio. Entrevista realizada en julio de 2017.

Araujo, Walkelys. Párroco de la iglesia San Juan Bautista, de Valera. Entrevista realizada en julio de 2017.

Castro, Leonela. Plaza Bolívar de Valera recibe «cariño». En diariolosandes.com, 8 de febrero de 2017. https://goo.gl/mnnadn. Consultado el 10 de julio de 2017.

Catálogo del patrimonio cultural venezolano, 2004 – 2009, región los andes, municipio Valera. Instituto del Patrimonio Cultural.

Empleados de la alcaldía de Valera remozan plaza Bolívar. En diarioloscandes.com, 27 de diciembre de 2016. https://goo.gl/gJ65kL. Consultado el 9 de julio de 2017.

Karkom, José. Alcalde de Valera. Entrevista realizada en julio de 2017.

La Guajira. Seudónimo de la prostituta de la plaza Bolívar. Entrevista realizada en julio de 2017.

Pérez, Alfredo. Visitante de la plaza. Entrevista realizada en julio de 2017.

Plan “WiFi para todos” continúa su despliegue alrededor del país. En conatel.gob.ve, 7 de enero de 2015. https://goo.gl/vST2R. Consultado el 10 de julio de 2017.

Rivas, Carlos. Director de Cultura de Valera. Entrevista realizada en julio de 2017.

Terán, Gustavo. Director general de la Alcaldía de Valera. Entrevista realizada en julio de 2017.

 

1 Comment on La plaza Bolívar, un antro en Valera

  1. Anónimo // 20 julio, 2017 en 7:44 am //

    Hace falta en la Plaza Bolivar de Valera una persona como Francisco Aponte quien ademas es un personaje muy original y apreciado en Trujillo puso a valer la plaza Bolivar de Trujillo y muchas persona sin distingo político, reconocen su trabajo seria bueno que la Alcaldía de Valera lo contactara.

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