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Casa Benitz

Casa Benitz. Foto: José Luis Rosales.

Nombre: Casa Benitz o La Trilla (actualmente Café Muhstall)

Año: 1845.  Última restauración: 1996

Autor: Anónimo.

Tipo de patrimonio cultural: Tangible/Inmueble.

Administrador Custodio o Responsable: Familia Gutt.

Historia
Descripción
Valoración
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas

Historia

La Casa Benitz se levanta en el casco histórico de la Colonia Tovar, un poblado ubicado en el Municipio Tovar del estado Aragua, fundado en 1843 por un grupo de inmigrantes provenientes de la Selva Negra alemana. El nombre de esta casa se deriva de quien fuera su primer dueño, Alejandro Benitz y conforma junto a la casa Codazzi y la Iglesia San Martin de Tours, una de las construcciones más antiguas de la Colonia Tovar.

Alejandro Benitz

Alejandro Benitz, fue de alguna manera cofundador de la Colonia Tovar, al asistir y colaborar con Codazzi para realizar una migración organizada desde Endingen, Alemania, preparando por un lado, al grupo de personas que vendría desde Alemania, y por otro, revisando en Venezuela que las condiciones fuesen adecuadas para el establecimiento de una colonia. En ese sentido, Benitz es considerado como creador de la organización y disposición de las parcelas que determinaron, en gran modo, las actuales características del pueblo de la Colonia Tovar, pues además de ser excelente topógrafo, contaba con grandes habilidades para liderar comunidades.

La Casa Benitz (hoy conocida como Café Muhstall) se estableció, cerca de la Iglesia San Martín de Tours y la Casa Codazzi conforme a recomendaciones basadas en las exploraciones de Agustín Codazzi y Ramón Díaz en octubre de 1841, “utilizando una pequeña zona, casi plana donde se determinó que irían tanto la capilla, como una casa para el jefe de la colonia y un almacén que sería además la residencia de Benitz” (1).

Tanto la Casa Benitz como la Casa Codazzi se terminaron de construir en 1845 en sustitución de viviendas colectivas que se habían levantado en forma provisional, para dar alojamiento a los primeros colonos a su llegada. Estas primeras construcciones fueron realizadas por los peones criollos de Ramón Díaz, quien además de historiador, fue socio comercial de Codazzi en la empresa de la fundación de la Colonia Tovar. Se conoce que los trabajos para iniciar estas viviendas comenzaron a finales de 1842 cuando más de 120 peones dirigidos por él mismo, en un extraordinario esfuerzo humano, abrieron una trocha desde La Victoria hasta lo que es hoy la Colonia Tovar, para iniciar los trabajos de desmonte, tala y quema, y preparar el sitio para el futuro poblado.

Dibujo realizado por Ferdinand Bellermann el 12 de julio de 1844.

Originalmente esta casa, llamada también “La Trilla”, se había edificado con techo de paja y bajo un estilo o concepto más típico de las construcciones rurales venezolanas de la época; esto puede verse reflejado en un dibujo que el pintor Ferdinand Bellermann hiciera en su paso por  la Colonia Tovar en sus primeros meses de fundado; el dibujo data del 12 de julio de 1844.

Según una descripción del botánico de Luxemburgo Jean Jules Linden (quien visitó el sitio de la Colonia Tovar un mes antes de la llegada de los colonos), había “dos chozas construidas con troncos de Palmiche (…) y un espacioso caney cubierto como las chozas, de hoja de palma; formaban ellas solas el núcleo de la futura colonia. El caney servía de alojamiento a numerosos obreros que trabajaban en los desmontes y una choza estaba ocupada por el director de los trabajos, don Ramón Díaz (…) Entrando a la choza observé que el piso, elevado un metro del suelo, estaba formado por cortezas de palmiches de iguales dimensiones y tan herméticamente adaptadas las unas a las otras, que el obrero más hábil no hubiera fabricado algo mejor” (2). La descripción de esta última, se corresponde con lo que sería la Casa Benitz.

Posteriormente esta vivienda tipo choza, fue reedificada por hábiles artesanos de la Selva Negra, quienes buscaron obtener mayor solidez en los materiales y en la hechura, además de asemejarla a lo que fueren sus referencias cercanas, de manera que realizaron una estructura para el techo más firme y la cubrieron con tejas de “escama de pez”, hechas con arcilla en la misma Colonia Tovar. Estos artesanos carpinteros, llamados zimmermann (rama de la carpintería que se encarga de armar estructuras en madera para las casas) erigieron las paredes con el sistema entramado fachwerk, consistente en un armazón de troncos de madera que funciona como esqueleto y sostén para los diferentes pesos de la construcción. Su base de piedras, fue mejorada aprovechando los desniveles, con el uso de las mismas piedras como fundaciones y apoyos para las vigas de madera, dejando un modesto sótano que evitaba que la humedad dañase las maderas.

Fue justamente en ese sótano, donde los hermanos Theodor y Karolina Benitz, fieles a tradiciones alemanas, produjeron en junio de 1843 la primera cerveza de la Colonia Tovar y de Venezuela, luego, este mismo sótano fue usado como establo de vacas y caballos.

La Casa Benitz fue la vivienda de Alejandro Benitz y servía de bodega para los productos y víveres que se cosechaban en la Colonia Tovar. Fue del mismo modo, depósito de herramientas y equipos de la comunidad mientras se trabajaba en la construcción de las casas que iban conformando el pueblo. Según explica Haidy Collin, investigadora de la cultura e idioma de la Colonia Tovar, aparte de bodega y vivienda, por algún tiempo en esta casa también se trillaba café, por lo que el piso de la troja, tiene una ligera inclinación hacia el centro que tenía la función de deslizar los granos para que cayeran con facilidad a la trilladora. También funcionó como una pequeña fragua en la que se forjaban herramientas.

Al poco tiempo de vivir allí, Alejandro junto a otros dos hermanos, Gertrude y Karl, crearon la firma comercial Carlos y Lugarda Benitz y Cía. (conocida como Compañía de los Hermanos Benitz), que tenía como objeto el almacenaje y distribución de todo tipo de mercancía producida en la Colonia Tovar. La importancia de esta compañía en los primeros años de la fundación del pueblo, fue la de dar a conocer en otras ciudades, todos los productos agrícolas y artesanales procedentes de la Colonia Tovar. Es así como Benitz y Cía. se convirtió en la única compañía que comercializaba dichos artículos.

Alejandro Benitz, inicialmente tuvo un impacto positivo y credibilidad en los recién llegados pobladores, pero al tiempo fue también ganando enemistades, pues creó una estrategia para monopolizar los productos y ser la única compañía con derecho a comercializarlos. Benitz controlaba todos los productos que salían y entraban a la Colonia Tovar, según se conoce, aprovechándose del trabajo de los colonieros.

Para los primeros meses de la fundación de la Colonia Tovar, sus pobladores se encontraban muy endeudados porque estaban comprometidos, según un contrato que hicieron antes de venir, a pagar los pasajes del barco, los terrenos, los materiales para la construcción de las casa e incluso, todos los alimentos que consumieran, pues todo ello provenía de préstamos que había hecho el gobierno de Venezuela al Coronel Codazzi, y éste, por supuesto, lo tenía que devolver.

Así que los colonieros, por órdenes de Codazzi, tuvieron prohibición de salida del pueblo hasta que pagaran su deuda familiar, a no ser que tuvieran un salvoconducto firmado por el mismo Codazzi, o por Benitz, así que muchos de los recién llegados comenzaron a escaparse hacia otras ciudades, y los que quedaron, según se conoce, estaban en una situación “casi de esclavitud”. El esfuerzo de su trabajo era pagado, no con dinero, sino con vales que canjeaban por víveres o provisiones de la compañía de Benitz, mientras la población veía cada vez más lejos el pago de su deuda. (3)

En 1846, Codazzi es nombrado gobernador de Barinas y, al retirarse de la Colonia, Benitz recibe los cargos de Juez de Paz y jefe de la policía de Tovar. Aun cuando Benitz tuvo gente en contra por ser aliado de Codazzi, su nombramiento como  jefe de la Colonia Tovar fue bien recibido, pues después de todo, Benitz era paisano de pobladores, de manera que su objetivo como jefe se centró en obtener los títulos de propiedad de los terrenos para los colonos, y traer una nueva inmigración, por lo cual trabajó con mucho tesón; de tal manera que en un trabajo conjunto, Benitz y Manuel Felipe de Tovar (dueño de las tierras de la Colonia), redactaron el documento de donación de las tierras que se firmó en 1852 y se registró en la Victoria en 1881. (4). Con este acto, se resolvió en gran medida el pago de la deuda de los colonieros.

Entre 1859 y 1864 la Colonia fue víctima de revueltas producto de la Guerra Federal. En esos años entraban bandoleros a apropiarse de manera indebida de las pertenencias y a comerse los animales. Los jóvenes tenían que esconderse para no ser reclutados. Los negocios de Benitz y la fábrica de cervezas estaban en la quiebra. Finalmente,  Benitz muere en noviembre de 1865 a la edad de 52 años.

Terminada la Guerra Federal en 1870 los colonieros se dedicaron a la siembra de café como producto comercial y se marca una nueva etapa, de mayor tranquilidad y de mejoras económicas debido a los progresos que comenzaban con el gobierno de Guzmán Blanco.

Así, la casa fue pasando por algunas reparaciones relacionadas a su mantenimiento; para 1927 la fachada de la Casa Benitz se había cubierto con friso y en 1956 se le colocó en la cara norte, una cubierta o techo con láminas de zinc (tipo porche o galería)  probablemente para evitar los efectos naturales de lluvia y sol. La casa siempre mantuvo sus funciones de bodega.

Con los años la Colonia Tovar, comenzó a ser atractiva para personas del resto del país, pues, además del clima y el paisaje, su arquitectura se diferenciaba de la de otras zonas de Venezuela, de manera que sus habitantes al recibir cada vez más visitas, y comprobar que al atenderlos obtenían ganancias, comenzaron a combinar la agricultura con el turismo. Es así como en 1965, a la fachada de la casa Benitz le quitan las láminas de zinc y le pintan por fuera un decorado de vigas de madera que imitaba al entramado alemán, para hacerla atractiva al turismo, y el sótano de piedras, se abrió como un espacio de gastronomía llamado Café Muhstall. Explica Collin, que la palabra Muhstall es una combinación de Mühl que significa en alemán, moler, y Stall que en alemán coloniero significa establo. Explica la señora Alicia Gutt, actual dueña del lugar, que cuando se abrió el café Muhstall, hubo que bajar el piso del establo en aproximadamente medio metro para poder hacer una altura estándar.

Para 1996 se restaura la fachada principal colocando vigas de madera entramadas y devolviendo su aspecto original, lo que benefició en gran medida la estética del conjunto; el resto de la casa conserva su estructura de madera y paredes de bahareque. La cubierta del techo fue cambiada por láminas de asbesto.

La Casa Benitz siempre ha pasado a familiares por herencia. Según explica Haidy Collin, luego de la muerte de Benitz en 1865, su esposa Josepha Hildebrandt se vuelve a casar con Emilio Breidenbach y tienen una hija, Emma Breidenbach Hildebrandt quien se casa con Agustín Gutt, luego los Hermanos Gutt dividen la propiedad entre los herederos, así que la Casa Benitz les queda a los hermanos mayores Alicia y Oscar, Oscar hereda la parte de la bodega, que seguía funcionando, y Alicia abre el café Muhstall en 1965. El restaurante que está arriba del café, se abre a finales de los 90 cuando se restauró el espacio donde actualmente se encuentra. Este restaurante se llama Benitz.

Junto a la Iglesia San Martin de Tours, La Casa Benitz tiene Declaratoria como Monumento Histórico de la Nación según Gaceta Nº 35.441 de fecha 15-04-1994.

Descripción

La Casa Benitz es un claro ejemplo del sistema constructivo Fachwerck en la Colonia Tovar, sistema consistente en troncos de madera entramados que constituyen el armazón de la casa, para que la estructura se erija y sostenga en el lugar exacto en que lo exija el peso de la construcción. Esta edificación fue modificada por los llamados zimmerman que son quienes diseñan donde debe ir cada viga para sostener el peso y que la construcción se haga perdurable en el tiempo. Este sistema de entramado, heredado por los colonieros, fue usado comúnmente en Europa central desde el medioevo. Sus vigas de corte cuadrado, llevan unas marcas en números romanos que funcionan para facilitar el ensamblaje. Cada número se refiere a la posición de los postes verticales u oblicuos y, en cada junta (conformada por dos vigas) van dos números iguales que los empareja. Los números romanos se deben con seguridad a que es más fácil de tallar en madera, que los arábigos.

Su techo externo, actualmente de asbesto tuvo diferentes modificaciones, siendo inicialmente de palma, luego de tejas de arcilla en forma de escamas de pescado que fueron sustituidas por “tablita” y posteriormente por asbesto coloreado. La troja de la casa está conformada por una estructura de madera que soporta el techo y que es realmente una obra elaborada con gran maestría por los primeros colonos.

Actualmente tiene tres claras divisiones con funciones comerciales, que son un café en la parte de abajo; arriba del café, un restaurante cuyo piso y vigas del techo se conservan originales; y al lado derecho del restaurante en la parte de arriba, funciona una pequeña bodega o pulpería, llamada “La Cruz Roja”.

El piso de la bodega se conserva original, y está hecho de tablas de madera que levantan y separan la estructura del piso de tierra y tiene una inclinación por el lado interno del mostrador, probablemente vinculado también a la actividad de la trilladora. La parte de atrás de la bodega, es lo que fuere la antigua cocina de la casa que aún se conserva en estado original, sin que haya sido objeto de restauración alguna. Los anaqueles y mostrador fueron hechos de madera en 1947 y dan un aspecto especial al lugar, pues contribuye al estilo del lugar.

El corredor del lado norte se conserva original, levantando y separando la casa del piso de tierra y mostrando al ras, unos ductos de ventilación (también originales) que evitan que la madera se humedezca.

Fachada lateral este. Foto: José Luis Rosales.

El sótano, actual Café Muhstall, mantiene sus paredes de piedra en estado original  y en perfecto estado de conservación, de hecho, es lo único que se mantiene, se puede decir que intacto, de la primera construcción de Ramón Díaz y que era la base de toda la casa. Del mismo modo, se conservan originales, las vigas que sostienen el techo, que sería el piso del restaurante Benitz.

Valoración

La Casa Benitz forma parte de un conjunto urbanístico de características arquitectónicas similares, y es el más claro ejemplo de la arquitectura de la Colonia Tovar. Su presencia en el pueblo es de especial relevancia, tanto por su singular estilo constructivo con características alemanas, con un perfecto sistema entramado fachwerk que puede apreciarse mejor que en ninguna otra edificación, como también por el vínculo con la comunidad, que la considera parte de su propia historia.

El coloniero  está consciente de que esta edificación es histórica y además forma parte de su día a día, pues tanto la bodega, como el café (con los dulces elaborados por la señora Alicia Gutt) y el restaurante son frecuentados continuamente por los habitantes del pueblo y por los turistas, por lo que esta construcción es una de las más improtantes referencias de la Colonia.

Situación actual

La última restauración hecha a la casa data de 1996, que fue cuando se reconstruyó toda la fachada este y se pusieron maderas nuevas para reconstruir el sistema fachwerk y, en general algunas partes de la casa están en buen estado de conservación, especialmente enla fachada este que tiene un mantenimiento constante, pues funcionan tanto el restaurante como el café. Sin embargo algunas zonas no han corrido la misma suerte, como por ejemplo el piso y las paredes internas del lado oeste, de igual modo el piso y paredes internas de la troja, tienen un grado de deterioro notable, pues nunca se ha restaurado esta área. En la actualidad la troja funciona también como depósito de algunos artículos que se venden en la pulpería, así como también de objetos variados de uso diverso.

La parte de atrás de la bodega, también usada en la actualidad como depósito, es lo que fuere la antigua cocina de la casa, que aún se conserva en estado original sin que haya sido objeto de restauración alguna. Sus paredes de bahareque están en un estado de deterioro visible, ennegrecidas y rotas.

Ubicación

Av. Bolívar, frente a la Iglesia San Martín de Tours, Municipio Tovar, Estado Aragua.

Fuentes consultadas

(1) Zawisza, p. 85.

(2) Jahn, p. 27.

(3) Jahn, pp. 60-61.

(4) Jahn, pp. 64 – 67

Jahn Montauban, Leopoldo. La Colonia Tovar y su Gente, Asociación Cultural Humboldt, Caracas, 1999.

Zawisza, Leszek. Colonia Tovar Tierra Venezolana, Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1980.

Entrevista a Haidy Collin, investigadora de la historia y el idioma de la Colonia Tovar, abril-mayo 2017.

Entrevista a Enrique Breidenbach, cronista oficial de la Colonia Tovar,  abril-mayo 2017.

Entrevista a Alicia Gutt, actual propietaria de Café Muhstall,  abril-mayo 2017.

Entrevista a Gerardo Lamus, encargado de la bodega “La Cruz Roja”,  abril-mayo 2017.

Investigación realizada por Mildred Maury.

 

 

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