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Sobrepoblación pone en riesgo a la Ciudad Universitaria de Caracas

Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Ciudad Universitaria. Foto: Luis Brito. Cortesía Archivo Copred

Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Ciudad Universitaria. Foto: Luis Brito. Cortesía Archivo Copred

La Ciudad Universitaria de Caracas (CUC) fue construida originalmente como un campus para 5 mil estudiantes. Actualmente su sede recibe más de 50 mil estudiantes. El Hospital Universitario, concebido para consultas y servicios de hospitalización con horario controlado, ha pasado a funcionar como emergencia de 24 horas, ante la crisis de servicios médicos en la ciudad.

El crecimiento consistente de la población estudiantil de la UCV, además del uso de la estructura física como epicentro del ejercicio de la política, ha puesto en riesgo de deterioro de la Ciudad Universitaria como patrimonio cultural.

El Copred desarrolló un informe que presenta los antecedentes, los planes de conservación y la situación actual del uso de la Ciudad Universitaria.

1. Antecedentes
    1.1. Gestiones para la conservación de la CUC
        1.1.1. Oficina de Planeamiento adscrita al Rectorado
        1.1.2. Junta para la Restauración y Mantenimiento de las Obras de Arte
        1.1.3. Unidad de Conservación de Obras de Arte
2. Situación actual
    2.1. Comedor universitario
    2.2. Servicios médicos y recreativos
    2.3. Problemas de seguridad
        2.3.1 Buhoneros y mototaxistas
        2.3.2. Vandalismo
    2.4. El Copred
3. Referencias y fuentes

1. Antecedentes

Vista cenital del campus. Ciudad Universitaria. Fotogrametría de Julián García. Cortesía Archivo Copred

Foto Julián García. Cortesía Archivo Copred. Vista cenital del campus. Ciudad Universitaria

La Ciudad Universitaria de Caracas (CUC) fue construida originalmente como un campus para 5 mil estudiantes, bajo una concepción idealista y utópica, capaz de amparar a aquellos jóvenes más necesitados o provenientes del interior del país, al incluir edificios de residencias para estudiantes y profesores, así como un comedor para 1000 comensales, que ofrecía un menú diario por precios sumamente económicos.

Este conjunto, nunca antes visto en la región, se erigió como la sede principal de la casa de estudio más antigua del país (1721), la Universidad Central de Venezuela, y debió cargar con todas sus consecuencias: la de albergar a una institución consagrada a la academia y la investigación por un lado; y por el otro, la de convertirse en un epicentro del ejercicio de la política, que conlleva la defensa de la autonomía y el derecho al librepensamiento.

A lo largo de su existencia, las necesidades de la academia y el clima socio político del momento, se han impuesto sobre el compromiso de resguardo de la infraestructura, espacios naturales y obras de arte. Tal como señala la Dra. Silvia Hernández de La Sala:

“El crecimiento de la UCV, difícil de controlar, ha invadido todas aquellas dependencias más difíciles de mantener y que mostraban mayor fragilidad, debido al comportamiento muchas veces conflictivo de sus usuarios.” (1)

1.1. Gestiones para la conservación de la CUC

En este sentido, desde muy temprano, a principios de la década de los 60, la Ciudad Universitaria de Caracas ha contado con honrosas excepciones de autoridades y personal adscrito, dispuesto a avocarse a la gestión de un plan maestro de conservación del recinto, conscientes de su trascendencia, y tratando de mediar entre la creciente demanda estudiantil para estudios superiores, y los virajes políticos que movilizaban al país.

Al respecto, el Dr. Juan Pérez Hernández, actual Conservador Jefe de la Unidad de Obras de Arte del COPRED, y especialista en el tema de la CUC como Patrimonio Mundial, destaca en sus investigaciones el mensaje al Claustro del Rector, Dr. Francisco De Venanzi, en 1963:

“Para que el precioso patrimonio universitario pueda ser utilizado con el máximo rendimiento por muchos años, debe dársele un cuido especial, que implica disponer de un grupo de trabajo capaz para llevar a cabo estas funciones. Además, las dependencias universitarias requieren una serie de servicios, cuya atención exige un importante esfuerzo. A esto se añade que las universidades en el presente viven sometidas a rápidos cambios de sus estructuras docentes y de investigación, que obligan a modificaciones casi permanentes de las facilidades físicas. Lo antes señalado indica la necesidad de contar con una dependencia que tome a su cargo las labores de conservación y mantenimiento”.

     1.1.1. Oficina de Planeamiento adscrita al Rectorado

Vista del edificio del rectorado hacia Tierra de Nadie. Ciudad Universitaria. Foto Xiomara González. Cortesía Archivo Copred

Vista del edificio del rectorado hacia Tierra de Nadie. Ciudad Universitaria. Foto Xiomara González. Cortesía Archivo Copred

Las gestiones para atender de forma estructurada y eficiente ha implicado luchar contra la lentitud del aparato burocrático para implementar los cambios, vs. la velocidad de la explosión demográfica y su respectiva voracidad para relacionarse con el espacio. Destaca para la fecha (comienzos de los 60), la Oficina de Planeamiento adscrita al Rectorado, creada por el Dr. De Venanzi, para atender:

“ … la demanda de profesionales en función del desarrollo económico, social y académico que requería el país, sobre todo a partir del proceso de industrialización y como producto de la profunda crisis que, tempranamente, en los años 60 comienzan a confrontar las Universidades Venezolanas, lo que crea la urgente necesidad de diseñar planes y políticas a largo plazo en el Subsector de Educación Superior”. (2)

    1.1.2. Junta para la Restauración y Mantenimiento de las Obras de Arte

El rector Dr. Jesús María Bianco crea la primera Junta para la Restauración y Mantenimiento de las Obras de Arte de la Universidad Central de Venezuela, el 22 de enero de 1968, “con la finalidad de tomar las medidas necesarias para la protección del patrimonio artístico de la Universidad Central de Venezuela”. Dicha organización estuvo presidida por el propio Carlos Raúl Villanueva. (3)

Cinco años después, se determina que lamentablemente los esfuerzos no han sido suficientes. La agitación de la insurgencia de los partidos de izquierda y la guerrilla, no pasan desapercibidos dentro de la CUC. En consecuencia, en 1973 se plantea una reestructuración de la Junta, “con el propósito de proceder a planificar una adecuada y coherente política de protección, rescate y restauración del patrimonio artístico de la Universidad Central de Venezuela, cuyo deterioro era considerable y estaba a la vista de todos”. (3) La gestión estuvo a cargo del Dr. Elio Gómez Grillo.

La situación ocupa incluso la atención de la palestra pública, y varias opiniones quedan registradas en los archivos de la Universidad. Entre ellas, la de la escritora norteamericana Katherine Kuth, citada por Rafael Pineda en 1974:

“Durante mi visita a Caracas, leí en un periódico la denuncia acerca de ciertas condiciones físicas deplorables imperantes en la universidad. El artículo no exageraba. El campo parece realmente un área de desastre: hay botellas rotas y desperdicios regados por todas partes; los nuevos edificios se están cayendo relativamente en pedazos; y las obras de arte están cubiertas con propaganda política o, lo que es peor, fueron dañados con instrumentos cortantes. El hecho de que esto ocurra en la universidad, un lugar de la más alta enseñanza, hace más increíble esta devastación. Toparse con una pantalla de aluminio de Vasarely convertida en cartelera de noticias garrapateadas, o una rara escultura de Pevsner sepultada bajo la basura en un jardín tristemente desatendido son experiencias típicas”. (4)

Las gestiones para frenar la depreciación del conjunto continuaron, y en 1975, el Consejo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo se pronuncia, “para salvaguardar la Ciudad Universitaria de Caracas y sus obras de arte y efectúa un llamado de atención sobre los efectos negativos que ha sufrido por la intensidad de uso de sus edificaciones y servicios”. (3)

    1.1.3. Unidad de Conservación de Obras de Arte

La Maternidad de Baltasar Lobo. Plaza Abierta Tierra de Nadie. Ciudad Universitaria. Foto Juan Pérez Hernández. Cortesía Archivo Copred

La Maternidad de Baltasar Lobo. Plaza Abierta Tierra de Nadie. Ciudad Universitaria. Foto Juan Pérez Hernández. Cortesía Archivo Copred

El 15 de septiembre de 1982, se crea la Unidad de Conservación de Obras de Arte, adscrita directamente al Rectorado, “con la finalidad realizar todos los trabajos prácticos, teóricos y de investigación, que sean necesarios para garantizar la buena conservación de las obras de arte que integran la parte del patrimonio de la Ciudad Universitaria”.

Por primera vez, desde su creación, con esta Unidad logran ejecutarse trabajos concretos de recuperación de obras que conforman la Síntesis de las Artes Mayores. Entre los primeros, ejecutados en 1983, se encuentran: El “Amphion” de Henry Laurens; “Dinamismo de 30 Grados” de Antoine Pevsner; la “Maternidad” de Baltasar Lobo, y la escultura en bronce de Francisco Narváez. Se recuperaron también uno de los murales en mosaico de Oswaldo Vigas; el “Pastor de Nubes”, de Jean Arp; y dos Móviles de Alexander Calder que se encuentran en la Facultad de Arquitectura.

Mural de Mateo Manaure. Pared externa del hall de la Biblioteca Central. Ciudad Universitaria. Foto Juan Pérez Hernández. Cortesía Archivo Copred

Mural de Mateo Manaure. Foto Juan Pérez Hernández. Cortesía Archivo Copred

Cabe destacar la primera reconstrucción total de una obra, en la CUC: el Mural del artista Mateo Manaure, ubicado en la Sala de Conciertos. La cerámica con la que se realizó no se quemó a la temperatura debida, lo cual aceleró su desgaste con el paso del tiempo, la intemperie, y el maltrato del hombre. La minuciosa labor estuvo a cargo del maestro Pascual Gasparri, de los pocos especialistas que quedan en el país que garantizó la calidad del trabajo”. (5)

Para 1987, ya se puede hablar de un plan estructurado de recuperación de las obras del campus, que abarcaron desde la limpieza de los murales en mosaicos artesanales e industriales, hasta los trabajos de restauración y conservación de las esculturas en bronce, bajo la visión asesora de especialistas en la materia. Fue una loable labor propuesta a recuperar “lo que tantos años de olvido y abandono habían generado en las obras de arte, desde situaciones irremediables como la pérdida de gran parte del material original, pasando por intervenciones de toda naturaleza”. (3) Sin embargo, las acciones de preservación emprendidas por la Unidad de Conservación de Obras de Arte, siempre estuvieron signadas por un bajo presupuesto, del cual las Autoridades Universitarias de la época eran conscientes.

2. Situación actual

De acuerdo a las cifras suministradas por la socióloga Brenda Yépez, profesora de la UCV, entre 1950 y 2000, hubo un aumento sorprendente en la población del país: se pasó de 5.000.000 a 23.000.000 de habitantes.

La Universidad Central de Venezuela, al igual que las otras cuatro Universidades Nacionales Autónomas de Venezuela (ULA, UC, UDO y LUZ), enfrentan el compromiso de sus funciones con un presupuesto reconducido desde el año 2008. Aún con el cerco económico que esto implica, la Universidad Central de Venezuela (UCV), ocupó la posición 27° del ranking en la edición 2014 QS University Rankings para América Latina y primera en Venezuela.

Hoy en día la matrícula de la sede principal de la UCV sobrepasa los 50 mil estudiantes entre pregrado y postgrado. A este número hay que sumar una población estimada de unas 20 mil personas, entre empleados administrativos, personal obrero y profesores.

Las antiguas residencias se eliminaron para dar cabida a la apertura de nuevas escuelas: comunicación social, estadística, arte, entre otras.

2.1. Comedor universitario

Con la demanda de ingreso a la Educación Superior, el comedor universitario es ampliado en 1982. Durante la gestión del rector Antonio París (2004-2008) el servicio del comedor dejó de ser parcialmente subsidiado por los usuarios para ser completamente gratuito. Actualmente puede llegar a atender casi 8 mil personas, sólo en la hora del almuerzo.

2.2. Servicios médicos y recreativos

Los servicios que ofrece el área médica del campus reciben más de 150 mil usuarios diarios. Esto incluye: farmacia, odontología, fórmulas magistrales, laboratorios, sueros antiofídicos, toxicología, medicina tropical y toda el área del hospital.

El Hospital Universitario, concebido originalmente para consultas y servicios de hospitalización con horario controlado, ha pasado forzosamente a funcionar con una emergencia de 24 horas, ante la grave crisis de servicios médicos de la ciudad, y por seguir siendo el hospicio con más camas en el área metropolitana de Caracas (2 mil unidades).

Alrededor del Hospital Universitario se ha constituido todo un submundo de caos, que va desde la saturación inconsciente de sus espacios, la acumulación e insuficiente procesamiento de desechos de todo tipo, que atenta contra las condiciones sanitarias, hasta atentados del hampa a pacientes y personal del hospital con armas de fuego.

Aparte se suma la población que hace vida en la dinámica del Jardín Botánico, así como el público visitante y asistente a los eventos académicos y de extensión cultural y deportiva de la universidad.

2.3. Problemas de seguridad
    2.3.1 Buhoneros y mototaxistas

El campus de la Ciudad Universitaria se ubica cerca de estaciones del Metro, donde existe actividad de buhonería y presencia de mototaxistas. Estas actividades traspasan el límite de la poligonal de protección establecida para resguardar el espacio, en su calidad de patrimonio. Buhoneros y mototaxistas se ubican sin permisos ni pagos por arrendamiento y consumo de servicios a la Universidad.

El Copred indica que se necesitaría el apoyo de la Dirección del propio Hospital, independiente a las autoridades rectorales, así como el apoyo de la Alcaldía, y de la Gobernación, para normar, organizar y controlar a esta población, que también hace vida en los alrededores de los estadios, para cada temporada de ligas y encuentros nacionales.

    2.3.2. Vandalismo

A pesar de que durante la gestión del rector Trino Alcides Díaz, se realizó un referéndum de consulta a la comunidad universitaria en 1993, bajo el cual se aprobó la colocación de portones de seguridad para controlar el acceso a la Ciudad Universitaria de Caracas. Esta consulta fue ratificada a finales de 2009, en los Consejos de Facultad y organizaciones sindicales como SUTRA, bajo la gestión de la Rectora Cecilia García Arocha.

Se inició la instalación de estos portones de seguridad a principios de 2010, pero un grupo de entre 8 y 10 personas, identificado como M28, se presentó en la entrada Tres Gracias para amedrentar a la empresa contratista. Con mandarrias y otros instrumentos, el grupo destruyó los portones que se iban a instalar en ese acceso. Seguidamente trasladaron la grúa que se estaba utilizando para el trabajo y la estrellaron contra las puertas de vidrio que daban acceso a las oficinas del Edificio del Rectorado.

Explosiones, bombas lacrimógenas, quema de dependencias y destrucción de enseres pertenecientes a las autoridades y a líderes estudiantiles fueron reseñados por la prensa entre 2008 y 2011, tal y como ratificaran las autoridades universitarias y las denuncias presentadas a los cuerpos de seguridad del Estado (ver informe aquí). Sin embargo, el Gobierno Nacional, negó a la gestión rectoral la colocación de las puertas de acceso.

Hoy en día la Ciudad Universitaria es utilizada como corredor vial. No cuenta con un mínimo resguardo para la integridad de sus edificaciones, obras de arte, ni habitantes. No hay forma de controlar el ingreso de motos e individuos armados. Bajo los preceptos de la autonomía universitaria, los integrantes del cuerpo de vigilancia no pueden estar armados ni actuar como fuerza de choque.

La necesidad de colocar estas puertas de acceso no es un argumento demagógico producto de la polarización política que se vive en el país desde 1999; sino que están contempladas en el proyecto original de Villanueva. Existen en los planos originales y en un principio estuvieron instaladas.

En febrero del 2015, la rectora García Arocha envió un llamado de atención al Ejecutivo, en el que aparte de invocar nuevamente el diálogo y la negociación para encontrar salidas al grave déficit presupuestario, recordó la necesidad de contactar con el nuevo Defensor del Pueblo, y reconsiderar la decisión del TSJ que prohibió la colocación de los portones de acceso a la Ciudad Universitaria de Caracas.

2.4. El Copred

Por encima de las limitaciones económicas, las circunstancias políticas y las hostilidades, el Consejo de Preservación y Desarrollo (Copred) vela por el interés cultural y la salvaguarda de la Ciudad Universitaria de Caracas. Tiene la visión de una conservación orientada a la preservación de todas sus partes, con criterios de integridad del conjunto total, en armonía con la concepción y espíritu original de la Ciudad Universitaria de Caracas.

Cada seis años el Copred presenta un informe periódico del sitio ante la Unesco. En 2011, el informe incluía avances considerables y especificaciones acerca de un “Plan Maestro de Conservación y Manejo. Ciudad Universitaria de Caracas” (6).

3. Referencias y fuentes

(1) En Busca de lo Sublime. 2006. Pág. 220.
(2) Simón Boada. Informe referido a la estructura organizativa de la Dirección de Planeamiento. (s/f)
(3) Juan Pérez Hernández. Reconocimiento y Tutela de un Patrimonio de Movimiento Moderno del S. XX – Ciudad Universitaria de Caracas –Patrimonio Mundial. 14-12-2008
(4) «Maravilla, Deterioro y Rescate de la Integración de las Artes en la UCV». El Universal. Caracas. 30/06/1974.
(5) Miguel Borrelli. Informe Unidad de Conservación 1984-88. Dirección de Servicios Generales. Rectorado. 1988.
(6) Documento No COPRED-DB-PMCM-CUC 13072012 – Rev. 2013

Fuente: Archivos del Copred. Agradecimiento por la gestión de la información: Luisa Palacios, Directora del Copred; Alma Ariza, Jefa de División Promoción y Apropiación Social.

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